jueves, 14 de mayo de 2009

El color de un día triste no consigue apagar nada


“Tanto el frío de Noviembre, el cansancio y la costumbre
no conocen ni una esquina de un amor tan bien guardado…”



Si preguntas por ahí, te dirán siempre lo mismo: es un chico muy callado, no habla mucho de su vida pero no parece que sea muy feliz. En la facultad le saluda mucha gente, aunque muy pocos podrían decirte demasiadas cosas sobre su vida. Incluso hay varias chicas que se han fijado en él, más de las que cree, pero le ven tan lejos…

Para todo el mundo, es un chico triste. De ésos que si alguna vez te has preguntado lo que hace en su tiempo libre, seguro que has acabado imaginándole sentado en su habitación, viendo pasar las horas, leyendo algún libro raro o enganchado a sus millones de cómics. Él sabe lo que piensan por ahí, pero a decir verdad no le importa mucho. Hace tiempo aprendió que su vida es lo que él hace con su vida, y que lo demás da igual. Las voces que vienen de fuera apenas se oyen porque fueron ésas las que hace años le mandaron abajo, muy abajo, a punto de cruzar al otro lado. Ahora ya le da igual que hablen, ya se cansarán, no tienen ni idea.

Hoy es viernes y su vida vuelve a sonreír. Como el viernes pasado. Como el anterior. Como cada viernes desde hace ya unos meses, desde que la encontró a ella. Parecía hecha con el mismo molde que él. Nunca creyeron en el destino, pero desde que sus vidas se cruzaron sale el sol cada día, aunque ahí fuera la gente corra con sus horribles paraguas de una acera a otra. Puede que su semana en clase haya sido un horror, pero sabe que su tiempo libre es para ella, y eso le hace enormemente feliz. Puede que nadie le comprenda en casa, pero tampoco nadie puede quitarle la sensación de tranquilidad cada vez que mira esos ojos de color indescriptible. Puede que las cosas no sean tan fáciles como cuando jugaba en la alfombra de su habitación, pero cuando recorren Madrid de la mano siente que todo tiene un porqué. Sí, ella es el “pero” de todas las cosas malas.

Dan mil vueltas juntos, es el mejor momento de la semana para los dos, y al final siempre acaban en el mismo sitio. El ambiente perfecto, su música, los cuadros de Warhol, su bebida favorita… Es su refugio particular. Ese lugar tiene un trocito de ellos dos, y cada vez que suena esa canción de Family, su canción, se abrazan y entonces el mundo deja de existir.

Pero hoy es diferente. Ella está un poco más nerviosa y él se ha dado cuenta. Parece como si estuviera esperando algo. Empieza a juguetear con el borde del vaso, pero el temblor la delata. Por eso cuando se da cuenta esconde sus manos entre las piernas.

La música comienza a sonar, es su canción por fin. Se levantan, se abrazan y se balancean lentamente. De repente, ella separa su cabeza del hombro de él, que se asusta un poco al ver cómo sus ojos grandes y redondos de niña de patio de colegio empiezan a humedecerse cada vez más. Ella traga saliva y cierra los ojos por última vez antes de clavarlos en los de él. Se miran durante unos segundos y el mundo se para cuando él lee en sus labios la frase que siempre quiso escuchar. Las dos palabras que él mismo llevaba semanas pensando y que no había podido pronunciar por timidez, por vergüenza, por tonto. Ahora son sus propios ojos los que se empañan, y una lágrima corre desde su mirada de niño triste hasta su boca, que dibuja la sonrisa más sincera que es capaz de recordar.

Hoy su vida es ella. En su vida, ella es hoy. No puede dejar de mirarla. No quiere. Quién se lo iba a decir… toda la vida sintiéndose aislado de los demás, y ahora se da cuenta de que no hay sentimiento que le aleje más del mundo que ése, el de ser infinitamente feliz. Y esta noche la felicidad vive justo ahí, en el inexistente espacio que hay entre sus manos y las de ella.

Cuando salen a la calle, hace frío y la lluvia inunda la ciudad. Pero ellos no se esconden bajo ningún horrible paraguas ni corren de una acera a otra. Caminan despacio y sonriendo de la forma más tonta que se ha visto jamás. Como queriendo que el tiempo no pase más deprisa de lo necesario. Como sabiendo perfectamente que desde hace unos meses, y más aún desde esta noche, el tiempo es sólo suyo y de nadie más.

El lunes aparecerá de nuevo por la puerta de su clase, y sus compañeros volverán a pensar que el fin de semana de ese chico triste habrá sido un aburrimiento porque el viernes pasado tampoco estaba con los demás en la discoteca donde la gente que se considera normal suele malgastar sus noches entre alcohol, ruido y humo. Y él saludará al entrar y les mirará con esa media sonrisa que vuelve locas a las chicas durante unos segundos, justo antes de que se den cuenta de que en realidad está tan lejos…
(DIEGO GARCÍA)

“Les veo bailar callados sobre un amor tan fuerte,
ella dirá aquello que él no se atreve…”


5 comentarios:

Marga Esteban dijo...

Te sabes guapo...no estarás tan lejos, entonces, pero no te acercas a todo el mundo. Te sabes diferente, te sabes inteligente...no quieres compartirlo con todos...no te motiva lo suficiente....bonito que el mundo tome sentido gracias a compartir con alguien más que sí tiene aliciente...largo camino te espera para descubrir más.

D13GO dijo...

Bluess Swing, tienes en parte razón en eso que dices (en todo menos en lo de que me sé guapo y alguna cosilla más jeje). Pero tengo que dejar clara una cosa: el del relato no soy yo. Mis historias no hablan de mí, lo cual no quiere decir que no vaya dejando trocitos de mí en cada cosa que escribo. Digamos que en mis relatos los personajes se parecen a mí en lo que tienen dentro, pero no en lo que tienen fuera. No, nunca sería tan directo como para contar aquí mi vida, sería muy aburrido no?
Me ha gustado lo de que no me motiva compartir mi interior con todos... nunca lo había pensado así y me suena bastante acertado. Se agradecen tus comentarios, y aprovecho para decir que tu blog me parece precioso de leer.

Eva dijo...

Pues yo creo que el de los ojazos eres tú y no la chica del relato. Tienes unos ojos increíbles, de esos que hablan con la mirada. Nu sé,...son impresiones mias.
Me ha gustado mucho lo que has escrito.
Supongo que siempre hay gente que da por hechas muchas cosas, pensando en la vida aburrida del prota y como "pierde y malgasta" su tiempo.
Eso es lo que le diferencia del resto. No cuenta, ni le hace falta lo feliz que es en el fondo al estar con ella, y encontrar lo que no sabía que buscaba.
Bonito, muy bonito.
Un beso.

Lau! dijo...

Pues aquí estoy... Vamos con ello (Q comience la fiesta. No? jeje).. Me gusta un montón tu forma de escribir, también cómo nos "rayas" haciéndonos creer que eres tú, pero luego por cualquier detalle dices: no! no puede estar hablando d sí mismo...
En fin, yo y mis historias (pero esque me ha recordado a algún texto que he escrito yo, que luego tenía a Laura preocupada pensando que hablaba de mi tal cual). Y es que a mi también me gusta eso de poder poner tus cosas en alguien que te inventes, eso si, con matices, muuuchos matices siempre.
Sobre el texto en sí, pues eso, qué quieres que te diga? que me ha parecido muy bonito? eso ya lo sabes. No? a estas alturas no vamos a negar que escribes mejor que bien, eso ya lo sabe todo el mundo... Pero eso no le quita mérito! y que sigas escribiendo así de bien SIEMPRE y que también SIEMPRE lo compartas con nosotros, conmigo..
Un besazo!!

D13GO dijo...

Abuela por favor, deja de firmar aquí con otros nombres...
Es broma XD . Gracias por las cosas bonitas que decís, es muy gratificante leerlo, de verdad. Ojalá siga dándoos durante mucho tiempo motivos para que sigáis entrando aquí. Como ya dije una vez, la parte más bonita de este blog la ponéis personas como las tres que habéis firmado aquí, sin ir más lejos.
Esto es mucho más grande si os hace sentir cosas.
Un beso