lunes, 25 de mayo de 2009

Cerillas en un apagón


Pasadas las 12 del mediodía, salieron juntos de la habitación 104 de aquel hotel de mala muerte del centro de Madrid.

Ninguno de los dos supo articular una sola palabra desde allí hasta la boca del metro. Poco después, justo donde la línea 10 separaba sus caminos, se miraron, se abrazaron, se volvieron a mirar y se fundieron en un beso. Seguramente no el mejor de sus vidas. Seguramente peor que cualquiera de los que se habían dado esa noche donde lo único que se atrevía a interponerse entre ambos era algún trozo de sábana y nada más, y nadie más. Un beso especial que les acabó sabiendo a lágrima salada porque ella no supo contener más a sus ojos, que justo ahora se empeñaban en ser sinceros. Mejor ahora, pensó.

Cuando se alejaban, ninguno de los dos se giró. Ni siquiera pudieron levantar la mirada para dirigirla de un andén a otro.

Tras diez minutos en el vagón, él sacó algo de su bolsillo. Lo miró durante unos segundos y, entonces sí, rompió a llorar.
(DIEGO GARCÍA)

La culpa es del viento,
cruzando calles de dolor.
Soñando despiertos,
dejamos el suelo tú y yo.
Corrimos hasta la mañana,
después fue peor.
La culpa es del viento,
que nos arrastró.
(Enrique Urquijo)

4 comentarios:

Lau! dijo...

Qué sacó de su bolsillo? qué era qué era? jejeje...
Eres grande, muuuuy grande! Que no se te olvide. Que nada ni nadie haga que lo olvides!
Muaa!

Eva dijo...

¿Sabes Diego? Ayer por la noche leí este relato tuyo, pero no supe que poner. Me dejó tan...extraña que hasta me sentí estúpida de no saber que poner.
Me ha gustado, pero he sentido una de esas sensaciones raras que a veces me pasa.
Sólo quería compartirlo contigo y que lo supieras, para que no creas que no lo he leído, lo que pasa que a veces contigo flipo tanto que me dejas sin saber que decir.
Raro ¿verdad?
Un besote .

D13GO dijo...

LAU ---> ¿Tú qué crees que sacó? :-) Gracias por tus palabras, por ésas y por las de siempre.

EVA ---> Raro pero bonito. No sé si debería abstenerme de escribir cosas por las noches, pero me gusta hacer sentir cosas como la que has sentido. Es el objetivo. Pero tú tampoco te quedas atrás eh? Tu blog se ha vuelto aún más interesante últimamente con los relatos que escribes.

Marga Esteban dijo...

Sacó una piedra, una piedra amatista que ella le regaló en una caja del mismo color.