lunes, 20 de julio de 2009

Soledad




Un soplo de aire fresco por el colchón
y al poco una quietud sorprendente.
Bajo cero el silencio del refrigerador,
cerré los ojos de ganas de verte.

Cuando noté que no estabas llegó el terror,
eché la culpa al alcohol que tomaba,
a la pinta del cielo (¡qué mala, por Dios!).
Yo estaba muerto de miedo y cantaba…
y cantaba:

“No tienen sexo los ángeles…
No tienen sexo los ángeles…”

Te quitaste de en medio con rapidez,
como en la vez en que no supe nada.
El aire helado que fuiste y que vino a traición
quedó divino y de muerte en mi espalda.

No pude darme la vuelta o mirar atrás,
cobarde ante una pared desnuda y blanca…
Por la mañana miré hacia el sol cegador
y vi la vida mejor, y no me gustaba…
y no me gustaba…

“No tienen sexo los ángeles…
No tienen sexo los ángeles…”

(Los ángeles, Sr.Chinarro)
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2 comentarios:

Marga Esteban dijo...

Ayer sentí ese aire fresco entrar por mi ventana y rozarme mientras miraba las nubes...

maria dijo...

Me parece precioso la primera estrofa ^^ besoso