martes, 28 de julio de 2009

Algún día no habrá naves




Luna descansa junto a un sol de porcelana,
que no calienta pero que nunca se apaga…
Luna de cristal o de diamante,
metal que llora, Luna menguante.

Luna, es tu cráter un volcán cuando me buscas,
tus ojos muestran lo que tu cara oculta.
Luna me ilumina, Luna llena,
hoy tus lunares huelen a tierra.

Luna crece
cuando sabe que enloquece
con un rayo a esas personas
que se niegan a sentir con las neuronas.
Luna ríe, Luna llora…

Luna que corre
tupidos velos cuando le pides que borre
tu nombre de su lista de polvos pendientes.
Luna, en cuarto creciente
estoy.

Luna que viste
de blanco el cielo mientras sueña que un eclipse
la envuelve en sombra para que sea invisible.
Luna triste, sola, negra, es nueva… Luna libre.

Luna, es un lujo que tu influjo me convierta
en ese lobo que te aúlla y que te tienta.
Luna siempre frena mis instintos.
Qué mala suerte, hoy cambia el ciclo.

Luna, ya vieja, en su órbita no espera
nunca a los hombres que dejaron su huella.
Y lunáticos que fueron selenitas
ya no la buscan ni necesitan.

Media Luna
es lo que queda cada día
cuando la jubila el alba,
que las noches cada vez se hacen más largas…
Ay, satélite, descansa…

Luna que corre
tupidos velos cuando le pides que borre
tu nombre de su lista de polvos pendientes.
Luna, en cuarto creciente
estoy.

Luna que viste
de blanco el cielo mientras sueña que un eclipse
la envuelve en sombra para que sea invisible.
Luna triste, sola, negra, es nueva… Luna libre.

Y Luna sabe
que algún día no habrá naves
alunizando en sus estaciones.
Pesan ya las rotaciones
y se aferran a ese sol de porcelana,
sabe que el brillo se acaba…
Luna apuesta y siempre gana.

(Luna, Rafa Pons)
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1 comentario:

Marga Esteban dijo...

Luna, luna, luna...no me dejes nunca.