martes, 29 de julio de 2008

Pensando... (I)



Quique González - "Doble fila"


Ando estos días vagabundeando
de tu mano fría hasta el final del mundo
y duermo en doble fila, vivo a todo trapo.

Y ésta es la vida que yo quería para mí,
pero no es la vida que tú querías para mí.


Ando estos días aterrorizado
con tus pesadillas, y me estoy rogando
cada día por ser cada noche más gallo.

Y ésta es la vida que yo quería para mí,
pero no es la vida que tú querías...


Díselo, cuéntaselo de una forma sencilla,
seguiré aparcado en tu doble fila.



sábado, 26 de julio de 2008

"Recuerdos de cosas que no he vivido..."


Me encanta viajar. Me encanta recordar cada cosa insignificante que hice en cada uno de los días que estuve lejos de casa, cosas que pasarían desapercibidas si hubiesen sucedido en Madrid. Un anochecer, mirar la luna, disfrutar de un paisaje, una conversación, galletas con colacao, ver cómo las olas rompen en un acantilado, una cuesta interminable... todo cobra más valor si es en el lugar adecuado, con la compañía adecuada y en el momento adecuado.

Siempre pensé que una mitad de mí es de Madrid, no podría vivir sin esta ciudad. La otra mitad es la que me más hace pensar. No sé a dónde pertenece, pero puede que tenga mucho que ver con mirar hacia un lado y ver montañas, y mirar hacia el otro y ver el mar... o puede que esa mitad esté repartida por todos los lugares que me hacen soñar, incluso aquellos en los que no he estado.


Hoy dejo aquí unas palabras de ésas que si te pillan en mal momento te pueden hacer pensar de verdad. Será que a mí en su día me pillaron en un momento muy malo, o será que quien las pronuncia (mi adorada Najwa Nimri) tiene la voz más bonita y sugerente del mundo...




"¿Dónde irán los sueños cuando no los conseguimos? Porque a algún sitio tienen que ir... Aunque creo que, al final, los sueños no son más que una excusa... pero una excusa muy gorda: son la excusa para vivir. Por eso a veces también se convierten en la mirada nostálgica de lo que nunca fuimos..."

miércoles, 16 de julio de 2008

La fuerza del destino

Nunca he creído en el destino. Mi objetivo en esta vida es sentirme libre. Sentir que controlo mi vida. Y eso choca de cara con la idea de que haya un destino, que todo esté escrito y que no haya nada que podamos hacer para cambiarlo. Me llama la atención cómo la gente tiende a creerse justo las cosas que no se pueden demostrar. No quiero vivir una vida en la que no pueda decidir qué, cuándo y cómo hago las cosas. En el fondo es simplemente eso.

Hoy dejo un video con una canción de ésas que nunca recuerdas bien cuándo la escuchaste por primera vez. Suele pasar cuando creces escuchando una música. Toda la vida con ella en la cabeza, y últimamente empiezo a entenderla de verdad. Supongo que hay cosas, las más fuertes, que nunca mueren.



Por cierto, también me horrorizan frases como "Si esto ha ocurrido así, será porque así tiene que ser" y chorradas por el estilo... ¿Quién dice cómo tienen que ser las cosas?

jueves, 10 de julio de 2008

"Y ya no nos da miedo que todo ahora pueda acabar, salimos en portada y en los créditos del final..."



Son las tantas de la madrugada.

Y para qué engañar, no apetece mucho ponerse a escribir. Pero siento la obligación de hacerlo. Si hoy no le dedicara aquí un pequeño espacio, no sería justo con una de las 4 ó 5 voces que más he escuchado en los últimos años. Una voz que se apagó hace apenas unas horas.

Desde hace un buen rato, mi habitación está sin luz. Sólo se le escucha a él. Música y su voz. Porque los pensamientos no suenan. Si lo hicieran, se oiría que hoy creo un poquito menos en la vida, que no me creo que haya un Dios que se lleva a quien se tiene que llevar, y mucho menos que cada uno tiene lo que se merece... todo eso es mentira. La única verdad es que Sergio Algora, escritor, poeta, cantante, soñador, se ha ido para siempre. Mientras dormía. Mientras soñaba.

Desde hace tiempo, cualquiera que me preguntara por el mejor grupo que teníamos en este país, se llevaba por mi parte la misma respuesta: La Costa Brava. Él tenía algo de culpa. Bastante culpa.

Y ahora se me vienen a la cabeza tantos y tantos momentos que ahora puedo recordar con claridad, y en los que él sonaba de fondo. No va a dejar de sonar. Eso seguro. Siempre estará ahí porque, desde ayer, es inmortal.

Hasta siempre. Y gracias por todo.

"Es sencillo parecer atractivo cuando eres más joven.

Yo sigo aquí, estoy en mi castillo apretando los dientes.

Que amanezca algunas veces cuesta varios días,

y aunque estás dentro de mí, no me conocerás.

¿Ves?, los trenes que han partido ya nunca vuelven,

y las flores que puse en su pelo ya no huelen más

que a algo que ahora ya está muerto,

y no sonríe porque es como nosotros dos: niños pequeños."

SERGIO ALGORA (1969-2008)

lunes, 7 de julio de 2008

Introducción

Hola!!!

Me llamo Diego García. Nací el Jueves Santo de 1985, lo cual no quiere decir absolutamente nada pero ahí queda la curiosidad. Me decidí a escribir este blog después del fracaso de los dos anteriores. Espero que éste lo lea más gente y si no es así, al menos que le guste más a la poca gente que lo lea. Dicen que a la tercera va la vencida, pero esa frase me parece una chorrada, casi tan grande como nacer en Jueves Santo.

En esta página pienso hablar de sensaciones, que sin duda es lo que más me interesa en esta vida. Creo que el mundo se mueve por sensaciones, y si consigo despertar alguna en una sola persona que lea lo que escriba, me daré por satisfecho. Utilizaré de fondo siempre la música, ya que sería incapaz de concebir la vida sin ella.

Me gusta la música, los paisajes bonitos, viajar, la rima 11 de Bécquer, el gazpacho andaluz, el arroz con tomate, la tortilla de patata, los peluches, el orden (aunque sea dentro del desorden), las postales de lugares, el Nestéa, los videojuegos, los 11 que salen cada domingo a hacerme feliz sólo por llevar el escudo del Atlético de Madrid, el móvil, la canción “Caruso” cantada por Lucio Dalla, los huevos Kinder, los primeros días del otoño...

Odio madrugar, Operación Triunfo, la sensación de soledad, la gente que me ha engañado, las discotecas, la crema de calabacín, la imagen que tiene la gente de mí antes de conocerme, el bakalao, el fascismo y los niñatos que llevan banderas con símbolos que ni saben lo que significan, todo lo que tiene que ver con el “deporte” del toreo y que a los españoles se nos conozca por eso, que se le ponga una mano encima a una mujer, los gritos, el metro por las mañanas, las canciones que repiten mil veces en todos los sitios, ser el centro de atención, hablar en público, la gente que se disfraza de lo que no es solamente por modas, los que hablan de algo sin tener ni idea, separarme de la persona que quiero, la ropa demasiado nueva, la gente que pide algo diferente y da lo mismo que el resto...

A veces creo que es imposible entenderme completamente, otras veces creo que es demasiado fácil, y otras veces creo que bastaría con escuchar “Un soplo en el corazón” de Family y “En aquellos tiempos siempre era fiesta” de Portonovo... depende del día. De todas formas, que me entiendan completamente o no, es algo que nunca me ha preocupado. Creo que no merece la pena darle vueltas a cosas que nunca entenderé, como por ejemplo la política o el hecho de que muchas chicas crean que salen más guapas en la foto si ponen morritos... Reconozco que cada vez le doy menos importancia a la gente que no me importa, lo cual no me hace ni mejor ni peor persona, simplemente me ahorra tiempo que puedo dedicar a pensar en otras cosas.

El primer recuerdo que tengo con uso de razón es de una Nochevieja en casa de mis abuelos, no sé exactamente de qué año, puede que 1990. Tengo recuerdos vagos de la Olimpiada de Barcelona 1992. Recuerdo bien aquel histórico 4-3 del Atleti al Barça en la 93/94 después de empezar perdiendo 0-3, y sobre todo aquella tarde del 25 de Mayo de 1996 con mi padre en el Calderón, cuando fuimos los mejores.

Pasé 12 años en un colegio de mi barrio, del cual guardo recuerdos muy buenos, otros malísimos, y muy pocos amigos de entonces. Después estuve dos años en un instituto donde supe lo que significa la palabra traición, pero conocí a personas inolvidables que espero que siempre me acompañen. Al llegar a la facultad cambió todo: nueva vida, nuevas compañías, nuevo ambiente, nuevas sensaciones... Allí comprendí que era cierto eso que la gente dice de que en la universidad es donde conoces a los amigos de verdad, se me vienen a la cabeza al menos tres ejemplos que demuestran que esa frase no es ninguna tontería.

Lo curioso es que en estos 5 años de carrera, lo más importante estaba ocurriendo fuera de la facultad. Recuerdo perfectamente algún que otro día en el que era casi imposible levantarse de la cama, no había ganas de nada, solamente de esperar a que pasara la tormenta. La tormenta pasó y en el verano de 2007 empezó a salir el sol. Y ya se sabe, de día con la luz del sol las cosas se ven diferentes, es más fácil andar sin ir golpeándose con las paredes.

No sé si es posible ser completamente feliz. Ni siquiera sé si lo soy en este momento. Lo que sí tengo ahora es motivos para serlo, espacios a donde mirar para darme cuenta de que esto no está tan mal, cosas en las que pensar para empezar cada día... Pequeñas (o grandes) ilusiones, que al final es de lo que se compone la vida.

Hoy es más fácil sonreír, seguramente gracias a varias personas. En primer lugar a quien trajo la luz del sol. Y a los que me aguantan cada día. Y también a esa gente cuyos caminos se han cruzado alguna vez con el mío, y que espero que nunca se separen mucho: Dani, Ana, Román, Estela, Irene, Iris...

Este blog no sería posible sin la intervención de Carmen (cardesorden), que al final me consiguió convencer de que escribir aquí era mucho mejor que en el Metroflog y el Fotolog y todo eso... Me conformo con que este espacio sea la mitad de interesante que el tuyo...

Un beso a todos.

D13GO