lunes, 14 de diciembre de 2009

...que ponen comillas en sus vidas "normales"...


Todavía se acuerda del día en que la vio por primera vez. La sensación de esa misma noche al llegar a casa pensando que había seis mil millones de personas desafortunadas en el mundo porque no habían pasado esa tarde junto a ella, y él sí. Se acuerda de las primeras veces que se vieron, de los nervios, de los cines, de sentirla temblar en sus brazos, de los millones de planes que hacían para cada tarde. De las inconfesables ganas de que se estropeara de una vez el metro y no llegara nunca el momento de despedirse.

Se acuerda de todo.

Aunque hayan pasado ya algunos Noviembres, lo dibuja una y otra vez en su memoria como si todo eso hubiese sido ayer. Tampoco es que le cueste ningún esfuerzo porque en realidad fue precisamente ayer cuando ocurrió. Y antesdeayer. Y todos los días desde aquel invierno que tardó tanto en llegar.

Y hoy se ha dado cuenta de que siempre estuvo equivocado. Porque hasta aquel día en el que Madrid se hizo demasiado pequeño y las horas demasiado rápidas, hasta ese día, él había pasado su tiempo deseando vivir una vida especial, diferente a la que viven por ahí, a la que piden por ahí. Una vida rodeada de cosas que hicieran de su día a día algo original. Pero desde el mismo momento en que la vio salir por aquella boca de metro y hasta hoy, sentado junto a ella en el-sofá-de-ver-la-tele, sabe mejor que nadie qué es lo que de verdad hace que cada día huela a algo especial.

(DIEGO GARCÍA)

“Cuando se encienden las luces del patio
y cada uno se entrega a sus vicios privados,
yo pienso en ti.
Cuando un teléfono suena en el piso de al lado
y los periódicos arden como arden los años,
yo sólo sé pensar en ti.”



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3 comentarios:

Lau! dijo...

ohhhh! Q bonito!!
Es muy bonita esa sensación de poder y querer acostumbrarte a algo... Es genial que haya PERSONAS así por el mundo, que te hagan ver todo de una manera distinta.
Me ha gustado lo de que el metro se rompa, justo hoy he sentido algo parecido (aunque mi guerra ha sido contra el autobús jaja) y así lo he escrito hoy.
Un besazo!

Eva dijo...

Supongo que nunca los inviernos fueron tan cálidos ¿no? ^^
Me alegro de tu dulce momento.
Mil besos.

Rodrigo Saldaña dijo...

que linda entrada =)

Saludos