lunes, 7 de septiembre de 2009

Días rojos


- ¿Verdad, gatito? Pobre animal… Pobre animalito sin nombre… Según creo, no tengo derecho a darle uno, no me pertenece. Simpatizamos un día al lado del río. No quiero tener nada mío hasta que encuentre un sitio donde pueda tener todo lo que me guste. No estoy segura de dónde será, pero sí el aspecto que tendrá. Será como Tiffany.
- ¿Tiffany? ¿Se refiere a la joyería?
- Eso es. Estoy loca por Tiffany… Escuche, ¿conoce usted esos días en los que se ve todo de color rojo?
- ¿Color rojo? Querrá decir negro…
- No, se tiene un dia negro porque una se engorda o porque ha llovido demasiado. Estás triste y nada más. Pero los días rojos son terribles, de repente se tiene miedo y no se sabe por qué. ¿Le ha ocurrido a usted alguna vez?
- Sí…
- Pero cuando me pasa, lo único que me va bien es coger un taxi e irme a Tiffany. Me calma enseguida la tranquilidad y el aspecto lujoso que tiene. Nada malo podría ocurrirme allí. Si pudiera hallar algún sitio en el que me encontrara con ese sosiego que se respira en Tiffany… entonces compraría algunos muebles y bautizaría al gato.

[Desayuno con diamantes (Breakfast at Tiffany’s), 1961]




- Hi…
- Hi…
- What are you doing?
- Writing…


- - - - -

2 comentarios:

Marga Esteban dijo...

Preciosa mujer, citas así apartan el miedo de uno ¿no?

Lau! dijo...

Pues no he visto nunca la película.. Pero frases así me hacen ponerla en mi lista de "películas por ver",,
yo creo que tener miedo es inevitable (al menos en mi, después de lo vivido [aunque casi 20 años sean pocos años] se me hace imposible no sentir miedo cuando estas mal y cuando va bien: miedo a que cambie esa situación) pero mientras el miedo no pueda más que tú, mientras el miedo no se interponga en tu camino.. Hay que aprender a convivir con él.
Un besazo!