miércoles, 19 de agosto de 2009

Mi espíritu guerrero temerario


Después de un largo trago y unos segundos de silencio, siguió hablando ante la atenta mirada de su mejor amigo:

- El caso es que esta noche me desperté a las 5 de la madrugada pensando en ella. Y no sé si pensaba en su voz, o en su forma de arder… o en su voz mientras ardía. A lo mejor fue pensando en sus regalos con sabor a nube y lenguas de azúcar, o en esa película que no pude terminar de ver a su lado. Quizá me desperté mientras recordaba una vez más cómo se reía mientras se metía en el mar aquella noche. O puede que mi sueño se interrumpiera justo cuando volvía a mi cabeza su imagen sonriendo en algún bar cuando ella creía que no la miraba. O la suavidad de su piel, casi de mentira. O su mano empapada en sudor mientras subíamos por su calle. No lo sé, pero…

- Pero… ¿qué?

- Pero anoche, a las 5 de la mañana, dentro de mí sólo estaba ella… Y sería solamente durante un momento, pero fue como si la vida volviese al lugar en el que todo es más bonito.
(DIEGO GARCÍA)


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2 comentarios:

Marga Esteban dijo...

Compartir la vida tiene mejor sabor...

Lau! dijo...

Recuerdos, siempre nos quedarán recuerdos. Es algo que no nos pueden quitar. Recuerdos de tiempos mejores, más dulces, donde había más sonrisas...
Lo "bonito" es saber que esos recuerdos y esos tiempos felices fueron NUESTROS, nadie los vivió por nosotros.
Y por supuesto, seguir esperando a que esos buenos tiempos vuelvan...
Un besazo!